Esta mañana nos hemos levantado todos verdaderamente radiantes, y es que ayer lo pasamos muy, pero que muy bien.
Asistimos a una boda, de esas tan especiales, que acabas dando las gracias a los novios por haber sido invitado.
Imaginaros mediados de agosto, suena el teléfono y mi primo Cesar nos dice que se casa, hasta aquí nada raro, pero lo curioso era que nos pedía que fuéramos de blanco.
Reacciones para todos los gustos, y reconozco que la mía no fue del todo positiva, mas que nada por las fechas, y por la dificultad de encontrar vestuario de ese color. Por otro lado me parecía divertido, y me partía de risa pensando en si nos encontrábamos alguien conocido como fliparia.
Ahora, solo puedo contaros, que hasta donde alcanzo a recordar, ha sido sin duda la mejor boda a la que he asistido. Desde el primer momento todo fue mágico, todo perfecto, tanto que parecía que algo sobrenatural nos acompañaba, ( y ahora que caigo, puede que fuera así).
La llegada de los invitados fue una pasada, todos y cada uno de blanco, niños, adultos y ancianos, no fallo nadie. Luz radiante, en el día mas hermoso posible, para celebrar una boda en la playa.
El restaurante me encanto, estaba en la mismísima arena de la playa del saler, así que imaginar el ambiente.
Aquí tenéis tres fotos, mis hoops colgados de un trozo de sandía, la segunda para que veáis el ambiente, blanco y brillante y os hagáis una idea, y la tercera la única foto que me hice con mi cámara, fotogenia pura como podéis ver. Yo llevaba pantalón blanco, sandalias blancas, blusa color crudo y cinturón dorado,pulsera pitxiqueris blanca de bisaneta y mis hoops, el sombrero era el regalo de los novios a los invitados, detallazo que hizo que el ambiente fuera mejor si cabe.
Los niños se lo pasaron en grande jugando en la arena, especialmente mi hija que disfruto a lo grande.
Muchas gracias Cesar, por darnos la oportunidad de vivir una fiesta tan increíble, de las que la gente solo piensa que pasa en las islas griegas , y muchas veces no pensamos que cerquita uno puede romper también la monotonía, solo es cuestión de buscarle el toque divertido a las cosa,de hacerlas con alegría .
Espero que Elena , Clara y tu sigais siendo una familia con tanto amor, para toda la vida. Un beso muy fuerte, y otra vez, GRACIAS.