Mary estaba nerviosa, en menos de diez minutos halaría con su padre y se lo explicaría todo. Las manos le sudaban, el miedo le invadía y se sentía feliz y triste ¡que difícil es esto de los sentimientos!!!,este era su principal pensamiento.
Mary era aquella hada que vivía en un mundo aparte, cuya misión era cuidar y proteger a todo aquel que podía ver desde su ventana. Vigilaba todos sus movimientos y todas su obras, pues Mary también disfrutaba de su pasión por las bolas, abalorios, y que decir ¡de sus pedidos!!!! pues velaba con ansiedad tal como ellas la llegada del cartero como si fuera una mas de sus chicas. Un día su mirada se desvió, se deslumbró ante un hombre que acompañaba una de sus compañeras, le gustaba todo, no sabia por que pero se sentía diferente. Cada vez que lo miraba le aportaba algo nuevo, una mirada una nueva sensación...en fin. Empezó a visitarle, deseaba estar cerca, poder compartir y vivir lo que sus amigas sentían en la tierra, aunque sabia que eso era casi imposible.
Decidió hablar con su padre y le pidió una cita en su despacho. Llegada la hora Mary le explico con pelos y señales todo lo que estaba viviendo, su emoción, su tristeza, su alegría....la pasión era tan grande que el padre de Mary no pudo articular palabra, solo le dijo : ¡Abrazame tan fuerte como puedas!!Y lo hizo, tanto que se fundió para siempre con el, de ese modo siempre estarían juntos y estén donde estén padre e hija se recordarían siempre.
Tras esta conversación Mary cumplió su sueño, hoy en día vive con su amado y es muy feliz. Le siguen gustando las bolas y lo mas seguro es que tenga un blog, así que quien sabe, podría ser una de nosotras.
Todo este cuento es para contaros que mi hada madrina me ha abandonado, si Mary se fue y me quedé sin ninguna. Ella se ha enamorado y durante un tiempo la burocracia ha fallado incluso en el mundo de los ángeles de la guarda. Así que dos accidentes de trafico en 15 días han caído sobre mis espaldas. No es una broma, cuestión de mala suerte que me obliga retirarme durante un tiempo (nada grave pero mis cervicales me lo piden).
La verdad es que ya estoy deseando hacer algo pero, tendrá que esperar. Un besazo a todos, y que sigáis siendo tan artistas como siempre.