Pendientes Fandango de Joan R. Babcock

Como veis, aquí sigo yo "enmaraña" con los hilos. Lo cierto es que estoy disfrutando y me lo estoy pasando francamente bien. Después de mi experiencia con los pendientes anteriores, y de mi impulsividad, por la rapidez en que los colgué ellos mismos sin acabar, os enseño los pendientes Fandando, geniales como podéis ver (la verdad es que no tengo abuela cuando algo me gusta).

Ni os cuento los momentazos que nos han dado los Ancara, alambre al viento y con muchisimo miedo de dar una cabezada con ellos puestos, por si acababa muerta. Lo que os decía , toda impulsiva os los puse sin martillear y limar los lados de las fornituras, pensando según decía mi propia conciencia, en esperar un pedido a perles para comprar un martillo. Imaginaros la situación, Nieves (mecaperles) enseñándonos a Kriss (los abalorios de Kriss) y a mi los juguetitos que le habían dejado los reyes magos, todo sea dicho un martillo entre ellos. Allí, en la puñetera calle, (aprovecho para pediros, a ver si os dejáis el vicio, que nos tenéis a Pili (bisaneta ) y a mi al borde de la pulmonía. El tema es que va y digo, mira que aprovecharía el borde de la acera para ver si aplasto un poquito esto, y Kriss tiene la feliz idea de decirme, mira ahí esta la farola, bueno que me lié a mamporrazos con la susodicha pa na, no se si por que no lo hice con la intensidad suficiente o por que la alpaca es durisima. Así que vizca la pobre Nieves de ver que su martillo rebotaba en mi alambre, sera por que el martillo de nylon y la alpaca no van bien, lo guarda y a la llegada de Pili, le explicamos la situación y toda ella seria y digna me dice:-pa que están los chinos?- ¡QUE FRASE!!!! Pero tiene toda la razón, y una carita de una amiga de todos nosotros cuyas andanzas con los chinos han sido reconocidas y admiradas, me refiero a la foto del perfil de su blog, se me echo encima (por supuesto me refiero a Andaira) y me daba la impresión que me reñía diciendome ¿para que te han servido mis enseñanzas?. La verdad es que no me han servido para mucho, pero he de decir que cuando llegue al pueblo donde vivo me fui al chinorro mas cercano , y no veáis el descubrimiento, por supuesto ahora ya tengo martillo.